"(...) mientras se mejoran las condiciones de bienestar de los animales, se mejora a su vez el desarrollo social, humano, económico y ético-moral de las personas, como por ejemplo, se podría garantizar una alimentación más sustentable y nutritiva, con una mejor interrelación con la naturaleza. (...)"
Evaluada por:
Artículo 131
1. Los animales son sujetos de especial protección. El Estado los protegerá, reconociendo su sintiencia y el derecho a vivir una vida libre de maltrato.
2. El Estado y sus órganos promoverán una educación basada en la empatía y en el respeto hacia los animales.
La actual Constitución no incorpora a los animales en ninguno de sus artículos: la protección y el bienestar de los animales no es una materia relevante para el Estado.
En la nueva Constitución sÍ se han establecido principios de protección para todos los animales. Mientras el artículo 23 reconoce a los animales como seres sintientes y establece la protección animal como un deber del Estado, el artículo 23B asegura un rango de protección especial para las especies nativas silvestres.
Es decir, mientras se mejoran las condiciones de bienestar de los animales, se mejora a su vez el desarrollo social, humano, económico y ético-moral de las personas, como por ejemplo, se podría garantizar una alimentación más sustentable y nutritiva, con una mejor interrelación con la naturaleza.
Que la protección animal sea parte de la Constitución significa que se reconoce como un tema de interés para la ciudadanía, que los estándares de protección pueden mejorar para todos los animales y que se establezcan nuevas relaciones en base a principios de justicia.
Se pueden modificar leyes de protección de mascotas, como también elevar los estándares de bienestar para animales de producción, animales utilizados en experimentos y animales nativos silvestres, entre otros.
Los animales han sido incorporados en las Constituciones de Alemania, Suiza, India, Eslovenia, Luxemburgo, Egipto, Austria, Brasil, la Ciudad de Buenos Aires y el Distrito Federal de la Ciudad de México. Esto se ha hecho con conceptos tales como la protección animal, el trato humanitario hacia los animales, la dignidad de los animales, la compasión hacia los animales, la prohibición de la crueldad y, cómo en nuestra nueva Constitución, el reconocimiento de los animales como seres sintientes.
Fundación Vegetarianos Hoy inicia su campaña #NoSonMuebles en el 2015 con el objetivo de modificar el estatus legal de “cosas” que tienen los animales y su reconocimiento como “seres sintientes” a nivel legal y constitucional. Durante el actual proceso constitucional, nuestra Fundación presentó una Iniciativa Popular de Norma Constitucional que alcanzó más de 25.000 firmas y que fue incorporada de manera parcial en los artículos que tratan las temáticas sobre protección animal.
Entre los principales mitos están la “prohibición de comer carne” y el “término de las tradiciones”.
La incorporación de los animales en las Constituciones ha tenido como único objetivo mejorar los estándares de protección y bienestar de los animales, y el hecho de que estén en la Constitución no significa una prohibición de determinadas prácticas sociales. Es más, no existe ningún ejemplo a nivel mundial de algún otro país que avale la existencia de estos mitos.
Chile destacaría como uno de los territorios con estándares más elevados y a la vanguardia en términos de protección, respeto y bienestar animal en el mundo.
Este contexto de nuevas prácticas conllevaría efectos positivos no sólo para los animales domesticados, urbanos y nativos, sino también para las personas, su salud, el medio ambiente y la sustentabilidad de las actividades humanas en un escenario de crisis climática.
La forma en que los países y sus ciudadanos tratan y se relacionan con los demás animales es un demostrativo de cuán avanzados y desarrollados están en términos éticos y morales.
Hoy, gracias a la evidencia científica sobre la sintiencia de los animales, aquellas naciones y sociedades que toman en cuenta esta información y hacen mejoras en los estándares de protección y bienestar de los animales, son países que tienen un mayor grado de desarrollo social, humano y económico.
La preocupación por la protección de los demás animales significa la expansión de los mismos principios de justicia y respeto con que avalamos los Derechos Humanos de las personas y el cuidado de la naturaleza.
De esta forma, el respeto irrestricto de los Derechos Humanos, el cuidado de la naturaleza y el medio ambiente, y el respeto por los intereses de los demás animales se transforman en pilares fundamentales del desarrollo social, humano y económico de nuestro país.
El reconocimiento de los animales como seres sintientes conlleva de forma paulatina la transformación de las diversas formas de interrelación que tenemos con los demás animales.
En el caso de la producción de alimentos de origen animal –uno de los sistemas de producción con mayor impacto medio ambiental–, es posible avanzar a uno de reconversión productiva plant-based realmente sustentable y que, además, permita alimentar con alimentos mucho más nutritivos a más personas.
"(...) mientras se mejoran las condiciones de bienestar de los animales, se mejora a su vez el desarrollo social, humano, económico y ético-moral de las personas, como por ejemplo, se podría garantizar una alimentación más sustentable y nutritiva, con una mejor interrelación con la naturaleza. (...)"
Evaluada por:
Artículo 131
1. Los animales son sujetos de especial protección. El Estado los protegerá, reconociendo su sintiencia y el derecho a vivir una vida libre de maltrato.
2. El Estado y sus órganos promoverán una educación basada en la empatía y en el respeto hacia los animales.
La actual Constitución no incorpora a los animales en ninguno de sus artículos: la protección y el bienestar de los animales no es una materia relevante para el Estado.
En la nueva Constitución sÍ se han establecido principios de protección para todos los animales. Mientras el artículo 23 reconoce a los animales como seres sintientes y establece la protección animal como un deber del Estado, el artículo 23B asegura un rango de protección especial para las especies nativas silvestres.
Es decir, mientras se mejoran las condiciones de bienestar de los animales, se mejora a su vez el desarrollo social, humano, económico y ético-moral de las personas, como por ejemplo, se podría garantizar una alimentación más sustentable y nutritiva, con una mejor interrelación con la naturaleza.
Que la protección animal sea parte de la Constitución significa que se reconoce como un tema de interés para la ciudadanía, que los estándares de protección pueden mejorar para todos los animales y que se establezcan nuevas relaciones en base a principios de justicia.
Se pueden modificar leyes de protección de mascotas, como también elevar los estándares de bienestar para animales de producción, animales utilizados en experimentos y animales nativos silvestres, entre otros.
Los animales han sido incorporados en las Constituciones de Alemania, Suiza, India, Eslovenia, Luxemburgo, Egipto, Austria, Brasil, la Ciudad de Buenos Aires y el Distrito Federal de la Ciudad de México. Esto se ha hecho con conceptos tales como la protección animal, el trato humanitario hacia los animales, la dignidad de los animales, la compasión hacia los animales, la prohibición de la crueldad y, cómo en nuestra nueva Constitución, el reconocimiento de los animales como seres sintientes.
Fundación Vegetarianos Hoy inicia su campaña #NoSonMuebles en el 2015 con el objetivo de modificar el estatus legal de “cosas” que tienen los animales y su reconocimiento como “seres sintientes” a nivel legal y constitucional. Durante el actual proceso constitucional, nuestra Fundación presentó una Iniciativa Popular de Norma Constitucional que alcanzó más de 25.000 firmas y que fue incorporada de manera parcial en los artículos que tratan las temáticas sobre protección animal.
Entre los principales mitos están la “prohibición de comer carne” y el “término de las tradiciones”.
La incorporación de los animales en las Constituciones ha tenido como único objetivo mejorar los estándares de protección y bienestar de los animales, y el hecho de que estén en la Constitución no significa una prohibición de determinadas prácticas sociales. Es más, no existe ningún ejemplo a nivel mundial de algún otro país que avale la existencia de estos mitos.
Chile destacaría como uno de los territorios con estándares más elevados y a la vanguardia en términos de protección, respeto y bienestar animal en el mundo.
Este contexto de nuevas prácticas conllevaría efectos positivos no sólo para los animales domesticados, urbanos y nativos, sino también para las personas, su salud, el medio ambiente y la sustentabilidad de las actividades humanas en un escenario de crisis climática.
La forma en que los países y sus ciudadanos tratan y se relacionan con los demás animales es un demostrativo de cuán avanzados y desarrollados están en términos éticos y morales.
Hoy, gracias a la evidencia científica sobre la sintiencia de los animales, aquellas naciones y sociedades que toman en cuenta esta información y hacen mejoras en los estándares de protección y bienestar de los animales, son países que tienen un mayor grado de desarrollo social, humano y económico.
La preocupación por la protección de los demás animales significa la expansión de los mismos principios de justicia y respeto con que avalamos los Derechos Humanos de las personas y el cuidado de la naturaleza.
De esta forma, el respeto irrestricto de los Derechos Humanos, el cuidado de la naturaleza y el medio ambiente, y el respeto por los intereses de los demás animales se transforman en pilares fundamentales del desarrollo social, humano y económico de nuestro país.
El reconocimiento de los animales como seres sintientes conlleva de forma paulatina la transformación de las diversas formas de interrelación que tenemos con los demás animales.
En el caso de la producción de alimentos de origen animal –uno de los sistemas de producción con mayor impacto medio ambiental–, es posible avanzar a uno de reconversión productiva plant-based realmente sustentable y que, además, permita alimentar con alimentos mucho más nutritivos a más personas.