"(...) Esta Nueva Constitución dispone que la soberanía reside en el Pueblo de Chile, a diferencia de la Constitución vigente (1980/2005) que deposita la soberanía en el concepto de "nación", el que es más restringido y dentro del cual no se entienden incorporados los pueblos originarios, que también son parte de Chile.(...)"
Evaluada por:
Artículo 2
1. La soberanía reside en el pueblo de Chile, conformado por diversas naciones. Se ejerce democráticamente, de manera directa y representativa, reconociendo como límite los derechos humanos en cuanto atributo que deriva de la dignidad humana.
2. Ningún individuo ni sector del pueblo puede atribuirse su ejercicio.
Porque establece que la soberanía pertenece al Pueblo de Chile y que nadie puede atribuirse la soberanía por sobre la decisión democrática del pueblo, lo que es importante porque el pueblo está formado por todos quienes habitamos este país.. Además, destaca que los Derechos Humanos son un límite al ejercicio de la soberanía, lo que significa que deben ser respetados por todas las personas, el Estado y sus organismos.
Esta Nueva Constitución dispone que la soberanía reside en el Pueblo de Chile, a diferencia de la Constitución vigente (1980/2005) que deposita la soberanía en el concepto de "nación", el que es más restringido y dentro del cual no se entienden incorporados los pueblos originarios, que también son parte de Chile.
Jean-Jacques Rousseau definió la soberanía como el poder del pueblo, donde cada individuo es soberano y súbdito al mismo tiempo, lo que nos hace iguales y libres. En armonía con ello, la Nueva Constitución señala que la soberanía reside en el Pueblo de Chile, a diferencia de las últimas constituciones (1833, 1925 y 1980) que hablaban de “nación”, y añade que este se forma por diversas naciones, con lo que se acoge un histórico anhelo de los pueblos originarios de ser considerados como tal.
El mito según el cual, bajo la Nueva Constitución, cualquier pueblo originario podría pedir anexarse a otro país, es un mito porque el mismo borrador se refiere al carácter único e indivisible del Estado Chileno, y además este artículo dice explícitamente que Chile es un país conformado por diversas naciones.
Al reconocer la existencia de diversas naciones dentro del Pueblo de Chile, nos transformamos en un país con una cultura enriquecida, inclusiva, tolerante, dispuesto a aceptar y aprender de las diferencias, como también respetuosa de los Derechos Humanos de las personas, comunidades y naturaleza.
Al residir la soberanía en las personas que integran el Pueblo de Chile, formado por varias naciones, son éstas quienes determinarán, por diversas vías, las políticas de desarrollo para el país, desde el ámbito económico, cultural, social, etc., el que se verá enriquecido por la diversidad de miradas que involucra la plurinacionalidad.
Es importante porque sitúa a los Derechos Humanos como un límite para el ejercicio de la soberanía, ya sea en lo político, económico, social o cultural.
Al disponer la Nueva Constitución que la soberanía reside en el Pueblo de Chile, ninguna persona o grupo particular podría atribuirse legítimamente la soberanía nacional. Además, deja en claro que el pueblo está conformado por varias naciones, entregando certeza a los pueblos originarios y a la comunidad toda de su reconocimiento como tal.
"(...) Esta Nueva Constitución dispone que la soberanía reside en el Pueblo de Chile, a diferencia de la Constitución vigente (1980/2005) que deposita la soberanía en el concepto de "nación", el que es más restringido y dentro del cual no se entienden incorporados los pueblos originarios, que también son parte de Chile.(...)"
Evaluada por:
Artículo 2
1. La soberanía reside en el pueblo de Chile, conformado por diversas naciones. Se ejerce democráticamente, de manera directa y representativa, reconociendo como límite los derechos humanos en cuanto atributo que deriva de la dignidad humana.
2. Ningún individuo ni sector del pueblo puede atribuirse su ejercicio.
Porque establece que la soberanía pertenece al Pueblo de Chile y que nadie puede atribuirse la soberanía por sobre la decisión democrática del pueblo, lo que es importante porque el pueblo está formado por todos quienes habitamos este país.. Además, destaca que los Derechos Humanos son un límite al ejercicio de la soberanía, lo que significa que deben ser respetados por todas las personas, el Estado y sus organismos.
Esta Nueva Constitución dispone que la soberanía reside en el Pueblo de Chile, a diferencia de la Constitución vigente (1980/2005) que deposita la soberanía en el concepto de "nación", el que es más restringido y dentro del cual no se entienden incorporados los pueblos originarios, que también son parte de Chile.
Jean-Jacques Rousseau definió la soberanía como el poder del pueblo, donde cada individuo es soberano y súbdito al mismo tiempo, lo que nos hace iguales y libres. En armonía con ello, la Nueva Constitución señala que la soberanía reside en el Pueblo de Chile, a diferencia de las últimas constituciones (1833, 1925 y 1980) que hablaban de “nación”, y añade que este se forma por diversas naciones, con lo que se acoge un histórico anhelo de los pueblos originarios de ser considerados como tal.
El mito según el cual, bajo la Nueva Constitución, cualquier pueblo originario podría pedir anexarse a otro país, es un mito porque el mismo borrador se refiere al carácter único e indivisible del Estado Chileno, y además este artículo dice explícitamente que Chile es un país conformado por diversas naciones.
Al reconocer la existencia de diversas naciones dentro del Pueblo de Chile, nos transformamos en un país con una cultura enriquecida, inclusiva, tolerante, dispuesto a aceptar y aprender de las diferencias, como también respetuosa de los Derechos Humanos de las personas, comunidades y naturaleza.
Al residir la soberanía en las personas que integran el Pueblo de Chile, formado por varias naciones, son éstas quienes determinarán, por diversas vías, las políticas de desarrollo para el país, desde el ámbito económico, cultural, social, etc., el que se verá enriquecido por la diversidad de miradas que involucra la plurinacionalidad.
Es importante porque sitúa a los Derechos Humanos como un límite para el ejercicio de la soberanía, ya sea en lo político, económico, social o cultural.
Al disponer la Nueva Constitución que la soberanía reside en el Pueblo de Chile, ninguna persona o grupo particular podría atribuirse legítimamente la soberanía nacional. Además, deja en claro que el pueblo está conformado por varias naciones, entregando certeza a los pueblos originarios y a la comunidad toda de su reconocimiento como tal.