En materia regulatoria, los derechos sexuales y reproductivos en Chile solo están regulados a nivel de decretos y algunas leyes. La Constitución actual no se encuentra consagrada con ninguna norma que haga referencia a algún aspecto de los derechos reproductivos, lo que dificulta y debilita la protección y seguridad de las personas.
La falta de control e información sobre el propio cuerpo y la sexualidad tienen un tremendo impacto especialmente en la vida de mujeres y niñas, que día a día ven vulnerados sus derechos al no tener una ley integral contra la violencia de género.
Todos los actos de nuestra vida en sociedad, están regulados por la Constitución. La oportunidad de incorporar la consagración de los derechos sexuales y reproductivos en un nuevo texto constitucional contribuye a la reivindicación de las mujeres como sujetas plenas de derecho. Ejercer derechos sexuales y reproductivos, permiten construir ciudadanía asumiendo los derechos y las responsabilidades que las personas tienen respecto a estos temas.
El acceso a información clara y de calidad es lo que permite tomar decisiones libres e informadas más en el plano de la vida sexual y reproductiva que es un ámbito de la vida crucial para la dignidad humana. Poder decidir sobre nuestra salud, nuestro cuerpo y nuestra vida sexual es un derecho humano que debe garantizar autonomía, goce, información, derecho a decidir y plenitud.
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